lunes, 31 de enero de 2011

Caliente, caliente...




Escrito por Julio Antonio Aleaga Pesant


El Vedado, La Habana, 01 de febrero de 2011,


(PD) A primeros de año, en los terrenos de la antigua Cartago, el entusiasmo e iniciativa personal de un policía, contra un vendedor ambulante, provocó una revuelta de tal magnitud que hoy se conoce como la Revolución de los Jazmines. Como resultado, el autócrata Zine Al-Abdine Ben Alí, huyó con sus maletas y su familia a Arabia Saudí.

Túnez no es un caso aislado. Más bien, es una pequeña muestra. El año 2011 comienza interesante en el escenario internacional y desbordan sus contenidos sobre la isla, aunque la prensa de la dictadura los omita. Los eventos que se suceden inundan sus 30 primeros días. Las informaciones fluyen en todas direcciones.

En Venezuela el rechazo al “Paquete Cubano”, del Presidente Hugo Chávez, le obligó a desacelerar su proyecto autoritario bolivarista. El paquetazo, una serie de leyes impuestas a través de los poderes obtenidos por la ley habilitante, provocó manifestaciones de calle y la insubordinación de las universidades.

La ley habilitante, aprobada en diciembre por el anterior parlamento para inmovilizar al actual, donde el 40 % de los escaños son opositores, fue denunciada ante la Organización de Estados Americanos como una violación de la Carta Democrática Interamericana y la organización panamericana y su Secretario General tomó cartas en el asunto.

En la cuenca del Caribe, Venezuela bolivarista no es el único eje de conflictos. En Haití, el regreso del ex dictador Jean Claude Duvalier, luego de veinticinco años, pone en crisis al deteriorado sistema político haitiano, y a su vez al judicial. El festinado regreso de “Baby Doc” nos recuerda otro rocambolesco retorno presidencial latinoamericano, el de Alberto Fujimori al Perú, luego de varios años de huir por Japón y Chile. Pero sobre todo, impone buscar las razones por las cuales Duvalier, el violador de los derechos humanos, ladrón del erario público de su nación, vivió pacíficamente en Francia durante un cuarto de siglo.

El regreso del “Baby” el pasado lunes 17 de enero, estimuló al ex Presidente Bertrand Arístide a proclamar desde su refugio en Sudáfrica su disposición a regresar a Port-au-Prínce y complejizó aun más el escenario. Aristide es apoyado en sus renovadas pretensiones presidenciales con todos los recursos necesarios por la dictadura cubana y el gobierno de Venezuela.

Mientras, la mancomunidad regional exige el enjuiciamiento de Duvalier y que el mandatario René Preval deje de interferir en las elecciones presidenciales

Como “Estado fallido”, el territorio haitiano, está preparado para convertirse en un fideicomiso de las Naciones Unidas. La complejidad de su escenario, agravado por desastres naturales, bajos niveles de capital social y humano, además de corrupción en sus estructuras legales y gubernamentales, apunta a la importancia de la permanencia de las tropas de las Naciones Unidas y administradores internacionales. Pretender racionalizar la posible capacidad de esa nación para salir del caos por sus propios pasos, es utopía irresponsable.
Que sirva de ejemplo el destino de la cuantiosa ayuda recibida de la comunidad internacional (incluir la de Cuba con centenares de médicos), en el último año y los resultados obtenidos, gracias a la incompetencia del gobierno central, que impide el desarrollo natural de los ciudadanos, como lo reporta un documento elaborado por la Fundación Heritage.

Sin embargo, más cataclísmico en la estructura internacional es el desarrollo y resultado del referéndum realizado en Sudán para independizar la zona sur cristiana del norte musulmán. La construcción de dos estados limitará el nivel de anarquía, violencia, hambre y violaciones de los derechos humanos presente en el continente. La democrática decisión del pueblo sudanés de dividirse en dos, crea un precedente legal, la posibilidad de fragmentación de África en pequeños estados que puedan manejar de manera más ejecutiva sus asuntos y a su vez encuentre mecanismos de unidad más en relación a necesidades y posibilidades.

El plebiscito sudanés echa por tierra las definiciones de la Organización de la Unidad Africana durante cuarenta años y ahora de la Unión Africana, de no revisión de las fronteras heredadas del colonialismo, decisión maquillada más por los intereses de sus déspotas gobernantes que por los intereses de las naciones y las culturas.

En esos intereses de las naciones africanas se encuentra la visita a Cuba del vicepresidente angolano, Fernando Dos Santos, y una extensa comitiva. Extraoficialmente se comenta de los pedidos angolanos de aligerar los trámites migratorios para profesionales cubanos. Se refieren tanto a los contratados por el estado a través de la empresa Antex, perteneciente a la V sección del MINFAR, dedicada a temas económicos, como a los contratados de manera independiente.

Aunque los medios de prensa aun hablan de los más de 300 000 militares que el gobierno cubano mantuvo en Angola hace veinte años, actualmente ciertos informes hablan de más de 20 000 cubanos en ese país africano como profesionales (médicos, maestros, ingenieros) a través del Estado o de manera independiente.

De la Revolución de los Jazmines a la emigración cubana hacia Angola pasa el abanico de retos de nuestra política exterior en un año que nació caliente, caliente…

aleagapesant@yahoo.es

Foto: cortesía del autor

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